MIEDO
....Aún se hablaba en voz baja en los patios, en las tabernas y en los hogares... El miedo se había instalado desde hacía cuarenta largos años entre nosotros, y la gente era cauta y desconfiada con el destino que se nos venía encima; convertido en una avalancha de libertad, y que se preveia rompiera tantas ataduras y abriera los pesados ventanales, cerrados a cal y canto durante tanto tiempo, para que el sol voviera de nuevo a iluminar nuestra existencia... Esto daba vértigo y desasosisego, intranquilidad, nerviosismo, inquietud, ansia, desvelo, desazón, afán, anhelo, incomodidad, malestar y disgusto....
Quiero comentaros varias cosas. Lo primero es elogiar las miradas de esas almas Trianeras, mis vecinos, siempre revolucionarias e inconformistas, que fueron las verdaderas voceras y milagreras que rompieron con sus gritos el hechizo de la madrugada, desde el alto de los Remedios hasta la Vega del río, desde la calle castilla, hasta el tardón y sus vías ferroviarias .... Y a esos artistas comprometidos y valientes, que fueron la dinamita más eficaz de la transición de nuestra democracia... Porque sus creaciones se derramaron como trozos de sus carnes esparcidos en un papel. También, en cierto modo, agradecer el esfuerzo y generosidad de mis padres para con migo. Porque, esas sensaciones que me producían sus obras y consejos; hoy en día me están viniendo como pulga al bicho.
Recuerdo cuando mi madre nos bajaba al recien estrenado parque de Chapina, y con unas bolsitas llenas de arena, unas tiras de papel celofán, y una cuerdecita pequeña, nos construia a mi hermana Rocío y a mi unas cariocas, que lanzabamos al aire una y otra vez hasta que se rompian contra el suelo... Los panderos voladores, demasiado pesados para volar, y con una cola hecha de trozos de cualquier ropa impensable, me los confeccionaba torpemente mi padre; y eran mi delirio..... Haciamos rifles con el palo de una escoba vieja, un alfiler de madrea de tender la ropa, y unas gomillas que tensabamos y disparábamaos a las lagartigas distraídas y a los zapateros rojos, verdes y amarillos, y también a las piernas de algunas de las muchachas del barrio... Con la tabla de lavar y unos cojinetes bien engrasados, haciamos los carricoches más bonitos y rápidos de toa Triana... Y con un palo largo y las chapas de la cervezas aplastadas, confecionábamos el chinchin, un instrumento musical que normalmente haciamos sonar en Navidad, acompañado de zambombas, panderetas, castañuelas, palilleras, botellas de anis y cucharas... Cañas abiertas en dos y atadas con una guita, o el tambor que mi padre Antonio tenía para ir al Rocio provocaban las delicias del ritmo... Cualquier cosa que hiciese ruido era buena para celebrar..... Cuando hay verdaderas carencias la imaginación es una fábrica de sueños... Y yo era un soñador empedernido...
Por todo ello, mi forma de gestar una idea no es al uso… No es así, nada está más lejos de esta ligereza. En mi soñado y realista mundo todo es mucho más sentido, buscado, besado con esmero y quemazón... Sabido… Pienso; que es mejor trabajar así, lleno de amor, de comprensión y de ternura y de amistad hacia la vida. El arte es ilusión, y el bienechor que la proporciona una isla por conquistar.
Antonio Canales
Que belleza de vivencias cargadas de Amor... Cuanta ilusión trasmitida de una madre y un padre hacia sus hijos y la imaginación a tope para fabricar los juegos y juguetes que alegrarían la infancia de sus crios..Eso es tu madre Antonio. puro Amor... Me haces recordar cómo siempre a mi padre.. Nos contaba con tanta alegría como jugaba el por los campos áridos de Carora en la casa de campo de mis abuelos con palitos y piedritas que eran los chivos, las cabras y chivitos. (No los halados por la carreta jajaja) Y hacia los corrales con palitos secos y me hacía reír mucho porque me decía que con barro hacia bolitas que eran la caca del chivaje. Con hojas de los árboles barquitos y así eran sus juegos que le hicieron luego ser el ser más amoroso y creativo valorando y amando siempre la naturaleza. El valor de una madre no se compara jamás con ninguna riqueza material porque en cambio te digo con tristeza y nostalgia a tope que mi madre nunca hablaba de su infancia porque su madre murió de parto cuando mi madre tenía tan solo 3 añitos.. Sin embargo siempre celebraba cada cuento de mi padre que fue su Amor Platonicoooo.
ResponderEliminarQue bonito las cosas que me cuentas mi Ita..... Te quiero millones... Esoero que hayas kpllegado bien a tu hogar y que te estabilices lo mejor posible... Muchos besos mi niñaaaaaaa
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