EL TÍO BARTOLO

EL TÍO BARTOLO
Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza..

REMEDIOS PA TO LOS MALES...

... Nunca fui un devoto creyente ni, mucho menos, un hereje consumado... Con las cosas de la misa y de los espíritus me gustaba mantenerme bien al margen. No por ello quiero decir, que no fuese un oficiante de primera en una de las modalidades, y en la otra un espectador de lujo; y con los ojos como plato asistiendo en primera fila a cosas que no son de este mundo... Tenía un tío, Bartolo, que era curandero consumado en su máxima expresión y sapiencia... Y tenía remedio pa To los Dolores. Conocía todas las yerbas del campo, de los montes, de los ríos y de los mares.... Y muchísimas mujeres; ellas son crédulas por natura, más que hombres, lo visitaban en todas las épocas del año... Curaba las pulmonías, los flujos de sangre, las Úlceras de todo tipo, las fiebres martas, el dolor miserere, las migrañas y el mal vahío. Decían mis tías que también guardaba, en una alacena privada, algunas cosas extrañas para el mal de amores... Esa alacena umbría y sagrada e impenetrable, a la que solo a mí me estaba reservado entrar en algunas ocasiones con mi tío; por supuesto... Flotaba en ella un espeso olor acre, que jamás se podrá apartar de mis sentires.... A menta y pino y canela ... Eucaliptos, salmueras y ancas de rana brillaban sobre las repisas encaladas... Lejía, cal y amoniaco esparcidos por el terrado en diferentes recipientes ... Aceitunas negras y romeros y mirtos a manojos reposaban en las húmedas estanterías. Pimienta... Vainilla ... Y un sin fin de fragancias y botellas de cristal de un raro color, de las que yo llegué a conocer muchos secretos... Por desgracia la mayor parte de ellos ya olvidados...

CONTINUARÁ ...