JUEGOS
Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza…...
... Jugábamos al tejo, a la comba, a piola, a las bolas /canicas/, a los trompos / peonza/ a la lima, al elástico, al cielo voy, al pañuelo, al esconder, o la bombilla.. entre tantos y tantos juegos que ya se perdieron en los anales de la historia, pasaban felices nuestros días de vacaciones.... A ciertas horas pasaba un hombre, rudo y desaliñado, que vendía piñas llenas de resinas y cerradas como tumbas... Reuníamos unas perras gordas y comprábamos algunas... Y como en un ritual pirómano, reuníamos papeles de periódicos y las envolvíamos haciendo con ellas grandes bolas de papel.... Nuestro fin era prenderlas fuego para que se abrieran y saltaran de sus entrañas los frutos esperados; los piñones... Ahora se compran en cualquier tienda de frutos secos, pero tan dulces como aquellos jamás los vi... En aquellas navidades me gustaba quedarme más tiempo de lo normal en la cama jugando con mi hermana Rocío. Tapados con la manta de la ropa de camilla; que aún conservaba el calor del carbón de la noche pasada, nos sentíamos abrigados y protegidos, y encima de las brasas mi madre nos tostaba el pan del desayuno... Era un lujo no tener que ir al colegio, donde los curas Salesianos nos martirizaban con la misa diaria en la capilla, las temibles confesiones una o dos veces a la semanas, y, lo peor de todo, cantar en el patio a la intemperie el cara al sol, y vociferar el himno antes de empezar las rutinas, con un Viva cristo Rey y Viva Franco; como colofón...Todo estos simbolismos fascistas yo los llevaba muy mal, y a veces enfermaba si saber porque, debido a algo ácido que me corroía por dentro el corazón... Luego nacía el niño Dios, sin mucha pena ni gloria, y cantábamos coplas y villancicos ... El día 31 era la gran comilona y siempre venían invitados y familiares, no a comer; eso era impensable, cada uno comia en su rancho, venian después de pasar el año con sus zambombas y palilleras y cañas de musica, y traian algunos dulce y licores... A mí me gustaba el sonido del triángulo que me había regalado mi padrino y unos Chinchines que me enseñó a construir con el palo de un escobón cortado en trozos, sobre el que hincaba con unas puntillas largas las chapas de las cervezas aplastadas.... Nuestro menu consistia en sopa de picadillo, Pollo frito y dulces y castañas asadas y pilongas...Y por supuesto las uvas obligadas de la suerte, que las partia mi padre en dos trozos para que hubiese doce para cada uno... Después se hacian dos grandes fuegos en cada patio, y todos los vecinos eramos una misma familia, y se cantaba y se bailaba con desenfreno y flamencura, y se contaban chistes canallas hasta el amanecer. Eramos felices con muy poco...y hacía falta mucho para arrebatarnos esa felicidad...
CONTINUARÁ ....
CONTINUARÁ ....
Ahora tenemos más cosas materiales pero se perdió la Magia, menos mal que aún quedan almas puras que Recuerdan..
ResponderEliminarAsí es Mercedes, en nuestro recuerdos llevamos un cofre lleno de magia,,, besos
EliminarRecuerdos agridulces, preciosos con tu familia y terribles en el colegio aunque te regaló una maravillosa amistad , la de tus compañeros de ese viaje que siempre tiene algo de bello, la inocencia, ese viaje que es , la niñez con sus juegos, risas... Esos recuerdos que nos regalas cada dia sin pudor de desnudar tu alma. Te daré las gracias miles de veces. Te quiero y sobre todo, te amo
ResponderEliminarTe mando un millon de besos...
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