“Sevilla”
Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de la Danza...
Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de la Danza...
"El Gran Bailaor" El Ocaso de mi vida.....
...Trataré de relatar todo lo que experimente aquella noche tan insólita... Lo que supe no me aportó noticias sobre el destino de pueblos y continentes, sino sobre el de una sola persona. Sin embargo, en el destino de una sola persona la fatalidad puede condensarse con la misma intensidad que en el de pueblos enteros.
Fue, naturalmente, la casualidad lo que determinó aquel encuentro navideño, tal como sucede con toda circunstancia humana crucial. Nunca me habría imaginado que en pleno invierno, en un hotelito de montaña, que además de carecer de comodidades de la vida moderna, más bien parecía un refugio de cazadores, me tocaría tener como vecino de habitación al Gran Antonio, al famoso Antonio Ruiz Soler, el gran Bailaor aplaudido pocos años antes en las salas de conciertos más importantes del mundo. Nuestro encuentro me causo una honda impresión, porque el hombre que apareció ante mi en aquel salón comedor de toscos muebles de abeto no era más que la sombra del célebre y paradigmático bailarin cuyo nombre había sido poco antes uno de los más laureados en el ámbito de la Danza Internacional.
El fenómeno me habría impresionado como prueba tangible de lo perecedera que son la fama y la glorias humanas, si en el momento del encuentro las maneras del comportamiento de mi Ídolo, no me hubieran convencido de que afrontaba su duro destino no sólo con singular entereza, sino también con serenidad y optimismo... La desgracia no lo había herido, humillado ni quebrantado. En su serenidad no había rastro de rencor.... Esa extraña clama se reflejaba en su mirada como un apacible rayo de lucidez interior. Ya desde el primer momento de nuestro encuentro, intuía que debía de respetar su soledad, su conducta modesta que al mismo tiempo rechazaba cualquier tipo de compasión.... Y que nada ni nadie tenía derecho de alterar su equilibrio espiritual...
Fue, naturalmente, la casualidad lo que determinó aquel encuentro navideño, tal como sucede con toda circunstancia humana crucial. Nunca me habría imaginado que en pleno invierno, en un hotelito de montaña, que además de carecer de comodidades de la vida moderna, más bien parecía un refugio de cazadores, me tocaría tener como vecino de habitación al Gran Antonio, al famoso Antonio Ruiz Soler, el gran Bailaor aplaudido pocos años antes en las salas de conciertos más importantes del mundo. Nuestro encuentro me causo una honda impresión, porque el hombre que apareció ante mi en aquel salón comedor de toscos muebles de abeto no era más que la sombra del célebre y paradigmático bailarin cuyo nombre había sido poco antes uno de los más laureados en el ámbito de la Danza Internacional.
El fenómeno me habría impresionado como prueba tangible de lo perecedera que son la fama y la glorias humanas, si en el momento del encuentro las maneras del comportamiento de mi Ídolo, no me hubieran convencido de que afrontaba su duro destino no sólo con singular entereza, sino también con serenidad y optimismo... La desgracia no lo había herido, humillado ni quebrantado. En su serenidad no había rastro de rencor.... Esa extraña clama se reflejaba en su mirada como un apacible rayo de lucidez interior. Ya desde el primer momento de nuestro encuentro, intuía que debía de respetar su soledad, su conducta modesta que al mismo tiempo rechazaba cualquier tipo de compasión.... Y que nada ni nadie tenía derecho de alterar su equilibrio espiritual...
Comimos juntos, me soltó dos o tres bromas de la suyas y me dijo:- Antonio el del lunar no esperes que nadie agradezca todo el esfuerzo de tu vida. La gente anda demasiado ocupada siempre.... Por eso busca siempre tiempo para ti...
Antonio Canales
Intenso momento, me imagino que para ti fue algo muy especial. Encontrarte ahi con ese Dios de la danza...
ResponderEliminarYo le conoci siendo aún pequeña, cuando iba a dar clases con la Quica y él vino un día a ensayar. Tu Cuento de hoy me deja algo de amargura, es cierto que no se os reconoce lo mucho que hacéis, sois embajadores de nuestro pais, los mejores. Pienso en Francia, alli adoran a sus artistas hasta el ultimo momento. Les quieren y respetan. Les agradecen todo lo bueno que aportan a su gente y a su tierra. Aquí la mayoria de las veces, nos olvidamos de ellos. Es muy triste...
Me he olvidado de tomar mi café, se ha enfriado. Aunque es de mañana...he estado contemplando la luna llena contigo. Estoy como una de mis cabras, pero...no es malo, verdad? Amar a un ídolo es de niñas, he vuelto a mi niñez. Te quiero mi Antonio
Eres algo demasiado bonito para que yo lo olvide jamás de los jamases.....besossssss
EliminarSon tan increubles estas historias como verdaderas situaciones que te preguntas puede pasar? Todavia existe gente que no os olvida ni en lo malo ni en lo bueno ni en la tristeza ni alegria Nos habeis regalado y lo seguis haciendo vuestro DON...El ARTE
ResponderEliminarQue corazón tan grande tienes mi amigo.... yo no te olvidaré jamás ....
EliminarEs increible tu relato pero así es la vida y nada agradecida a quien se deja la piel transmitiendo tantísimo arte como lo han hecho los grandes y lo estás haciendo tu. El maestro me contó que lo conoció y estuvo con él en varias ocasio pues habló con él porque quería llevárselo con él a bailar, aunque sea dignamente tiene que ser muy triste verse en esa soledad, pero de todo lo que he leído me quedo con lo último la gente anda tan ocupada que uno tiene que buscarse su propio tiempo y el que la vida te regala, pero tu estas en plena cúspide eres divino haces que una se engrandezca leyendote, gracias por compartir trocitos de tu vida tan llenos de sabiduría, te admiro tanto y te quiero más, besos llenos de ternura.
ResponderEliminarGracias Granaina .... te camelooooooo
Eliminar