TRIANA....
Bueno: pues nos instalamos en Juan XXIII, y allí se forjaron todas las cosas que hoy en día soy... Al poco de llegar, creo que en la segunda Navidad, tendría yo unos 13 años, pasó algo insólito y digno de mención...
Era Navidad, una fecha que antes los niños vivíamos con una intensidad increíble... Hacíamos grupos de campanilleros... Fogatas... Expediciones más allá de los límites permitidos... Y durante todas las vacaciones del colegio dedicábamos el tiempo en juegos callejeros, sabores culinarios, aginaldos esperados... y, sobre todo, a vivir muy en familia... Ya en ese tiempo había hecho buenos amigos y entre todos habíamos formado un equipo de futbol... Una mañana reunidos en lo que hoy es el parque Amate; antes un vaciadero de todo tipos de cosas y pecados, elegimos con papelitos, muy en secreto, a los dos capitanes... Claro está; uno de ellos era Yo.... Y decidimos que ese año le ibamos a pedir a los Reyes Magos la equipación del Ajax de Holanda...Ya que nuestro ídolo era nada más y nada menos que el gran Johan Cruyff... Por aquel entonces jugando en el Barcelona y haciendo las delicias del Futbol mundial... Yo; como todos, lo expuse en casa... Y ahí comienza el periplo...
Mis padres no tenían un real y esas camisetas costaban un capital del que no disponían... Mi madre Pastora, tan ocurrente como siempre y por no hacer sufrir a mi padre Antonio ni a mi, dijo que ella lo resolvería... Y se fue a la Carretera Sueminencia, y compró una camiseta en blanco inmaculado y dos tiras más o menos parecidas al rojo de la escuadra Holandesa... Con devoción y santa mano cosió las dos tiras a la camiseta como bien pudo y le pareció... Siempre en secreto y por las noches cuando ya estabamos dormidos... El escudo y el número 14; que era el que yo quería lucir, brillaban por su ausencia entre otras muchisimas similitudes con la Original... Y llegó el esperado día... Un sol radiante entró por los balcones de nuestro hogar, y mis hermanos y yo; que era el único que sabía que los de Oriente no eran otros que mis Papis, comenzamos a dar cuenta de nuestros regalos llenos de entusiasmo y algarabía.... No sé como hacían para que aquello pareciese Galerias Preciados...¡Si no teníamos ni un duro!... Pero aún así, tirando de allá y de acullá la casa parecía un festín...Caramelos, globos, indios y vaqueros... muñecas, cuentos... balones de futbol, rompe cabezas, calcetines y bragas y calzoncillos... Todo lo que os diga es poco... Y allí estaba colocada mi camiseta de Johan Cruyff... La cogi como un tesoro y me la puse con sumo cuidado; como si fuese un hábito... Corrí hasta la cama de mis padres y me tiré encima de ellos loco de contento... En ese momento algunos hilos comenzaron a ceder, pero yo no repare en ello; era tanto el entusiasmo... Me acuerdo que no me la quité ni para desayunar.... De repente se hizo el día y la hora esperada, y fuimos bajando todos los niños vestidos del Ajax, bueno; casi todos, lo mio del Ajax tenía bien poco... Yo iba con mi pelota de reglamento, esta si era de verdad, bajo el brazo y peinado como mi Ídolo ya que tengo desde siempre un pelo lacio parecido a El... Botas de futbol con tacos no teníamos ninguno, eran muy caras y las habíamos dejado para más adelante... Cuando empiezan a llegar veo que mi camiseta no es en nada ni parecida a la de los demás... El rojo mío parecía un capote de Torero, y los hilos comenzaban a crear unas bolsas que la convertian en un paracaidas sobre mi cuerpo famélico... No hicieron falta palabras... Cogí mi balón y subí llorando a lágrima viva hacia mi Bloque... No dije nada, solo me la quité en silencio y le dije a mi madre Pastora que no tenía ganas de jugar al futbol... Vi como ellos, mis padres, se miraron con complicidad... Y también vi la pena reflejada en sus rostros... Ese día lo recuerdo más que con pena con impotencia.... Me puse a jugar con mis hermanos a los indios y vaqueros y olvidé, por ese día, la dichosa camiseta... No quería amargarme en una fecha tan señaladal ni mucho menos hacer sufrir a sus pobres Majestades...
¿Y sabéis lo que pasó?.. Que a los pocos días, cuando me levanté por la mañana para desayunar, tenía encima de mi cama; cubriéndome como un escapulario, una maravillosa camiseta del Ajax con el dorsal 14 en la espalda y el escudo bordado sobre mi pecho.... La camiseta costó muchas horas extras de mi padre en la Cartuja, y muchas lágrimas de mi madre...Pero la sonrisa mía no había con que pagarla... Eso me dijeron cuando ya era más mayor...Y nos reimos todos tanto al recordarlo....
Cosas del hambre y de la infancia....
Antonio Canales
Como no!!! He llorado lo indecible...te imagino tan bonito, tan niño, el sufrimiento de tus padres...
ResponderEliminarMaravillosamente escrito y contado, tanto que querria volver a mi niñez y correr hasta Triana para regalarte todas las camisetas, juguetes y lo que se te antojara mi niño, tú te mereces TODO. Has nacido de gente muy buena y así has salido con una luz que nos ilumina aunque no estés.
Cada día tengo mas ganas de darte un abrazo de esos inacabables, No te asustes mi niño ya sabes que... Te dejaré respirar!
Pronto, en este mes que entra, estaremos juntos y nos podremos ver y disfrutar de nuestra gran amistad y cariño.. Besitos mi niña...
EliminarMuy emocionante relato Antonio, pero me quedo con hambre, quiero más, me fascina el niño Antonio Gómez de los Reyes, me fascina la metamorfosis de la crisálida en Antonio Canales, me quedaría horas y horas así sentada, los ojos brillantes, oyendote, tu mirada, tu voy, y tus gestos.. , es increible pero cuando hablas,es como un baile, tus brazos, tus manos, en movimiento perpetual, tus ojos..., bueno la verdad es que eres impresionante...
ResponderEliminarSon las 2, apago la luz , como todas las noches soñaré contigo, que le puedo hacer?
Un abrazo enorme, enorme
Pronto nos veremos y podré bailarte a mis anchas... Con to el corazón mi amiga... Y al leerme y devora esta ls en plena conexión... besos... a cientos...
EliminarAquí, desde Madrid, un antiguo vecino y compañero del cole... te manda un saludo
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