CIEGA

CIEGA

HOLA SOY LUNITA....

Hoy os quiero dar la noticia, desde todo el amor que cabe en cuatro escasos kilos de peso, a todos esos seres maravillosos con los que he pasado tan buenos ratos y me han tratado siempre tan bien y con tanto cariño, que ya estoy ciega totalmente....

Es algo que llevo viviendo en silencio y con mucho pundonor un largo y doloroso tiempo atrás.
Fue una mañana al salir de paseo con mi papi cuando noté de repente que el sol brillante de septiembre era solo una bruma de tinieblas ante mis ojos llorosos, y me dije: - ea muchacha! se te acabó, de sopetón, ver rizarse las olas del mar correteando risueña por la orilla del lugar donde naciste, y atravesar sin miedo el campo florido derramado en margaritas y amapolas durante la furiosa primavera, en el terruño donde resides... Y...
Y comencé a ver la vida desde otro ángulo; nunca mejor dicho. El oído y el olfato despertaron en mi una marea de impetuosas sensaciones... Y fue como nacer otra vez.
Lo primero que hice fue fingir, por nada del mundo quería que mi amor que andaba tan ajeno a mi lado contándome sus cosas, notara lo más mÍntimo mi repentina discapacidad. Y al llegar a casa comencé, en silencio, una nueva vida. Como soy una buena actriz, y no me dolía nada que no fuese un poco mi cabecita y otro poco mi corazoncito, pues le baile y le pedí premios y besos y pude ver; esto es un decir, porque veía menos que Pepe leches, que mi amor de mis amores seguía tan campante y feliz con su Lunita...

Los dos primeros meses fueron muy duros la verdad. Hasta que le pillé el tranquillo... Pero, claro está, eso no iba a durar mucho... Y cuando salíamos de viaje la cosa se ponía dura de cohones. Cuando montaba en un coche que no era el nuestro, o miraba al infinito para encontrar o suponer el borde de una puñetera cama, eso era un suplicio poder alcanzarla... no se a que de poner las camas a un metro del suelo, ni que fuese a dar un sueño olímpico el durmiente... Bueno, en fin, ante estos precipicios insalvables se despertaban en mi la imaginación y el ingenio como resortes, y me hacía la remolona, y como mi Canales me ama hasta el empacho, pues con dulzura me alzaba como un reina mora, y decía canturreando, - anda gordita, que vas a tener una vejez tremenda; arrastrando el chocho por las aceras...

Ya, un día, en Segur; mi tierra, el maravilloso y modernísimo Hotel tenía las puertas de cristal de esas que cuando pisas se abren, lo supe después al descubrir el truco, porque tuve que aguzar el oído al máximo después de darme dos o tres mampurriazos de aúpa.

Claro, yo soy peso mosca y cundo iba despreocupada y altiva con mis mejores dotes artísticas de las películas de Disney, con el que vivo como para no aprender de Él; si mi pobre amor es un drama y una comedia unas seis veces al día, si hubiese cine para perros yo tendría una docena de Oscar en las repisas de mi cuarto, pues dado mi peso alado, al pisar, la jodida puerta no se abría y era inevitable y dramático el encontronazo... Ahí ya vi con /claridad/ que el verdadero artista se agachó y comenzó a mirarme de una forma extraña pensando para sus adentros, que le pasa a esta?, se está volviendo vieja y tonta... - Vieja si pero tonta no tanto, y el susodicho sabía perfectamente que su Luna de tonta no tenía un pelo y medio.

Pero aún así le gané el Oscar a la mejor actriz de reparto, y le volví a engañar unas semanas más...

Pasaron unos días más, y, el amor de mis amores, seguía empeñado en pensar que tenía las uñas muy largas y por ese motivo, a veces, fallaba en el salto a los sitios donde antes llegaba con normalidad y soltura, e irremediablemente me llevo al Doctor Luis, un ser al que amo y temo; aunque solo me haya hecho siempre el bien.

Pero ese olor a enfermedad, cloro y lejía que envuelve la bata del matasanos, me pone enferma de los nervios... Yo hice gala de mi oficio teatral y ni temblé lo más mínimo cuando el tal luis me ausculto hasta mis partes íntimas... Y cuando escuché que se deshacía en halagos de lo bien que estaba de peso, y aunque las uñas no estaban muy largas me dio un repasito, yo vi el cielo abierto, pero antes de irnos nos paro en seco y, mi gozo en un pozo, ahí vi el fin de mi largometraje de tres meses de duración... Tomó entre sus ágiles manos  una especie de lupa con luz, y cuando la acerco a mis tristes ojitos, ya os podréis imaginar... Yo escuche impávida y serena la dura conversación. A mí no me hacía falta ningún diagnóstico para saber la magnitud de mi dolencia, y, os puedo asegurar, que escuché como a mi Papi se le paró el corazón un buen rato... A raíz de ahí, ya desenmascarada, lo único que se me ocurrió fue darle dos o tres lametazos de consuelo en su linda y pálida cara... Y así, aquella mala y fría tarde de febrero, comenzamos una odisea de hospitales y clínicas... Revisiones y tratamientos de los mejores oftalmólogos del Planeta... Y hemos sido confidentes y disciplinados al máximo... Aunque yo sabía que todo era cuestión de tiempo, fui obediente y agradecida cada vez que me tenía que poner esas gotas que me escocían como el alcohol en una herida abierta, y le correspondía siempre llenándolo de besitos de cariño a mi pobre y angustiado canales...

Perdí mi pasaporte al instante, era lógico... Eso fue lo peor, ya que mi vida siempre ha sido algo parecida a Luniffog... Pero continuamos teniendo acuerdos tácitos en lo que se refiere a los esfuerzos compartidos... Me dejaba intentar que me valiera por mí misma todo lo posible y yo se lo agradecía infinitamente... No hay nada peor y más triste que sientan misericordia, pena y piedad por una... Esas caridades no me sientan nada bien...

Todo lo que más deseaba mi papi es que ocurriera un milagro, y yo no me hubiese puesto en contra ni mucho menos...Pero al parecer Dios solo utiliza esta magia para con los seres humanos... Y para mi yo sabía de sobra que no existiría milagro alguno. Así que fui empeorando a mucha velocidad, y la verdad sea manifiesta que me dolía ver cómo todo el dinero de los tratamientos y visitas y demás eran poco para lo que mi Antonio hubiese dado por mi mejoría. Era capaz de robar por mi si me hubiese hecho falta, no me cabe la menor duda... El si tenía la esperanza grabada en su frente, a fuego, y cada día intentaba ver una mejoría que no llegaba ni de lejos...

Y ayer al acostarme a su ladito,  el dolor que sentí fue como si un cielo de cristal cayera de golpe sobre mi párpado izquierdo... Me retorcí como pude y busque su cuerpo... Espere en silencio hasta que note que roncaba suavemente y en ese momento se me exploto mi ojo para siempre, y como un río se desmoronó sobre la cama en la que tantas veces hemos jugado y reído juntos...

Lo demás de la historia ya lo conocéis....

No quiero prótesis ni estéticas, yo soy pirata y pienso seguir dando guerra mucho tiempo. Y mi Canales me quiere a muerte y, además,  sigo siendo mu guapa.. Y pensamos montar unos nuevos tangos gitanos pa bailarlo por to los Laos donde El me lleve... Le llamaremos los Tangos a media luz ...


Os quiero mucho a todos, y hasta que me ponga buena no quiero fotos ni tonterías ni lastimeros ni lloros ni na de na.... Quiero feria y alegría y ganas de ponerme ya buena joe.....
Besitos a mansalva vuestra siempre.

 Luna Canales