DIRECTOR

DIRECTOR

"Las cosas complicadas"
Y, ya veis, amigos míos: algunas veces me da la impresión que cada vez se complican más las cosas; no todas menos mal… Unas se asoman, otras se van, otras no llegan, algunas no aparecen; por más que las llame. Promesas y meras evasivas, como si quisieran hurtarle al tiempo unos minutos de prórroga. Y otras, como la última intentona para dirigir algo estatal; han sido un verdadero coñazo…

Lo que se dijo en su día era viable, pero en ningún momento se contempló todo este rollo de los políticos y sus corrupciones, robos, descaros... Amiguísimos y mancebos... Asuntos de faldas calenturientas y calzoncillos portentosos. Modismos caprichosos y estrafalarios… Todo esto unido a un desborde de autoestima y autosuficiencia sublimada… desemboca en un verdadero alarde del absurdo más vulgar… Con un tufo a estafa e inseguridad a todo tren. Vamos, que tanto, tanto… no imaginaba yo... Delincuencia si, pero tanta incompetencia no.

Porque ese juego peligroso de los irresponsables, yo nunca lo hubiese aceptado. Y menos ahora que mi alma campestre pasea rebosante de paz y armonía. Así que, cuando los buenos señores tengan un contrato decoroso para mi, cuenten conmigo.

Todos nosotros, mi equipo, estamos a su entera disposición. Lo otro es un camelo, vosotros ya lo sabéis de sobra. Así que no pierdo más tiempo con esto y vamos a pensar en otras cuestiones… Que sea el señor Ministro de cultura el que despeje y desatasque el Tráfico, y se devanee los sesos y los excesos…

Por otro lado, yo no estoy dispuesto ha ser payaso de ese circo, donde unos días me necesiten con urgencia y otros no exista. Unas noches sea la favorita indiscutible y otras tantas la última mierdecilla del harén. Y así se pasan las horas y los minutos columpiándose la vida en el vaivén de lo imprevisible.

.... Y así están aún; en esa casa de todos, con un dineral gastado y las obras paradas completamente... Hay derecho señores míos?

Que la danza sea un baile tan amargo, sin carisma y con un nefasto director  tantos años seguidos...

Antonio Canales