FELICES LAS CASAS

FELICES LAS CASAS

Felices las casas donde siempre ha ardido la llama en el hogar, dichoso el corazón que ni en la noche ni en el llanto se ha visto desposeído de su propia luz, olvidando las raíces de su memoria.
Cuidad también vosotros que el fuego no se apague en vuestra morada, que la llama del amor viva en vuestro corazón siempre permanezca. Avivad cada mañana las cenizas de la noche, sed el Fénix triunfante que solo muere para volver aún más radiante en su esplendor. No desfallezcáis cuando el fuego se niegue a prender; sed entonces vosotros la respiración de la lumbre.
Pase lo que pase mantener las lamparas siempre encendidas, aún en la noche más oscura. Porque es allí que se fraguan las auroras, que la iluminación de pronto lo llena todo con su fulgor.
Dejad que vuestro corazón esté siempre dispuesto a la maravilla, sed vosotros mismos el prodigio. Hasta en el sueño permaneced despiertos en las brasas, porque cuando el fuego se apaga es como si una fuente se secara o un pozo se quedara ciego.

Siempre puede reavivarse la llama, pero cuando está se apaga, pueden pasar años antes de que vuelva a encenderse, es tan difícil prenderla de nuevo como regresar del amor o reencontrarlo una vez que se ha perdido.

Antonio Canales

4 comentarios:

  1. Al alma ... otra vez.
    Gracias Antonio mío , así es como tiene que ser o como debería ser....
    Un abrazo Tato mío.

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  2. Ay mi Antonio! Mantener esa llama es li que hago, eso le hace seguir viviendo a él y a mi. Porquesin las almas wue aman cin su fuego y su luz. Amarle a él en cada flor, en cada ola, en cada gaviota, en cada, nube, en cada ser querido... Siempre mantengo la llama encendida. A veces he querido dormirme y dejar wue se apagara pero, me he despertado de golpe para reavivar las brasas. Que bonito lo dices, lo escribes...No, no eres aprendiz, eres Maestro!

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