OTOÑO
Hola: ángeles de mi corazón... Soy, el cuenta cuentos de La Danza…
...Llegaba en silencio; como un ladrón en la noche, después de los ardientes meses de verano el enfermizo y triste Otoño, y con Él comenzaba un nuevo curso... Mi madre guardaba en unas cajas de cartón la ropas que lograban resitir los rigores y usos veraniegos. Y la cruda realidad de la pobreza nos devolvía su peor de las caras cuando empezaban los preparativos para pasar la fría y húmeda estación invernal, de los que viviamos sin muchas ropas de abrigo y, para mas INRI, a las orillas del enfermizo Guadalquivir... Había días al amanecer que el Río salía de paseo por las calles de Triana literalmente, y las paredes, las aceras y los techos sudaban lágrimas con olor a barbos y al fango de sus orillas... Estos agentes meteorológicos hacían estragos en nuestros desnutridos cuerpos, y muchísimo daño a la salud de los pequeños y de los mayores... Mi padre, por ejemplo, que trabajaba en el barro y la cerámica, era propenso al mal de la silicosis; tosía sin parar día y noche... Fumaba un tabaco que se llamaba Goya...Y tenía unos ovalitos por sus dos caras con la estampa del famoso Pintor, que yo recortaba y los iba pegando en un jarrón hasta quedar convertido en una verdadera obra de arte... Después cortaba varetas y unos plumiferos que crecían en los margenes de la vega de Triana y los adornaba con donosura y arte... Recuerdo cuando íbamos por las tardes a Chapina con mi madre a comprar sisco y carbón...Y preparábamos diariamente la copa, que era el único calor que nos alumbraba en el hogar, a parte del humano; que jugaba un papel importantísimo en esos tiempos para subsistír...... Yo dormía en el mismo sofa que mi hermana Rocío, y por las noches de invierno la necesitaba a mi lado mucho más que por el día... Mi madre se levantaba aún de madrugada para preparar el humilde canasto a mi padre... Disponíamos de una hornilla que tenía que prender con las ascuas ardientes que aún quedaban de la copa... Con unas tenazas cogía unas cuantas encendidas al rojo vivo, y comenzaba con afán la ardua tarea de preparar el café... Cuando salía al patio a por agua al lavadero, iba tocando las palmas...Yo pensaba: con este frío y a estas horas como puede estar tan alegre mi madre... Hasta mucho tiempo después no supe que lo hacía para espantar las ratas, tan grandes como conejos, que rondaban los patios y que se podían abalanzar sobre uno y morderles de muy mala manera...
CONTINUARÁ....
ole ... continua!!!!!
ResponderEliminarJajajaaaa te quiero y me encantaría verte en Córdoba. Intentaré estar allí...
Eliminar.... nuestros ante pasados son super fuertes yo hablo por los mios , no paraban tampoco de trabajar en el campo , y tambien valientes
ResponderEliminarOtros valores tambien tenian mucho amor vi yo en mi niñez a la.par que mucho trabajo hablo de mis yayos ☺ ...
Me gusta mucho lo que escribes☺
Gracias mi corazón con patas .... te cameloooooooo
EliminarTu Cuento me deja con un peso en el pecho, siento tu frio húmedo en mis huesos...Escribes tan bien que , los que te leemos pasamos de puntillas ( para no molestar) por esos "pedacitos" de tu vida, de pobreza, tristezas , pero sobre todo mucho amor y alegrias. Y sabes que? El otoño es mi estación favorita, será porque me acerco cada vez más al invierno...
ResponderEliminarMuchas gracias mi niño, precioso esctitor. Te quiero
Graias siempre a ti.... y sabes una cosa, el Otoño es también mi estación preferida desde siempre.... Besosss
EliminarContinuara..., todo lo que cuentes lo siento con toda tu sensibilidad, y más conociendote un poco, empiezo a ver como se forzó tu personalidad, tu genialidad, las piezas del rompecabezas se encajan día a día...., te quiero aún más que ayer, y muchísimo menos que mañana..., de eso tengo la certeza....
ResponderEliminarY yo ati también... porque eres un ser de luz... Te adoroooo mi amiga
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