LA GEPERUDETA

LA GEPERUDETA.

Ayer me conmovió de una forma muy especial la ciudad y la gente de Valencia...

A eso de la caída del sol comienza la Vigilia de la Mare de Deu dels Desamparats . Y las calles se convierten en un fluir de almas silenciosas que van desde todos los lugares, andando, en peregrinación  hacia El Barrio Del Carmen, que es donde se encuentra ubicada la Virgen...

El segundo domingo de mayo, todos los valencianos, desde tiempos remotos, tienen una cita con "La Geperudeta", a quien dedican toda clase de honores y tributos. La Mare de Deu dels Desamparats tiene una larga historia que pasa de generación en generación, de padres a hijos.

La Geperudeta (así llamada por la posición de la cabeza mirando hacia abajo), además de ser la Patrona de la ciudad de Valencia, fue coronada canónicamente en 1923 en presencia de los reyes de España y diversas autoridades eclesiásticas.

Pero el origen de la actual devoción por la Patrona de Valencia, se remonta a siglos pasados. Fue el sermón que Fray Juan Gilabert Jofré (coetáneo y amigo de San Vicente Ferrer) pronunció en la Catedral el 24 de febrero de 1409. Mientras se dirigía a la Catedral, vio como unos muchachos se burlaban de un demente. En su sermón, el Padre llamó a los feligreses a tomar medidas a favor de los pobres enfermos abandonados. 

Su petición fue escuchada por Lorenzo Salmón, un mercader que enseguida puso en marcha el proyecto que llevó a la construcción del "Hospital dels ignocens. Folls e Orats". Según la descripción de los servicios que en él se prestaban, nos lleva a decir que fue el primer hospital psiquiátrico del mundo.

Pero más curiosa es la leyenda de los autores de la imagen que hoy se venera. Dícese que en 1414 llegaron tres jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía que mantenía el hospital. El cofrade que vivía en la casa, tenía una mujer tullida y ciega. Al recibirles, le dijeron que en 4 días le podían construir una imagen de la Virgen si les daban un lugar dónde hacerlo y comida.

Pasados los cuatro días, y no oyéndose ningún ruido, forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María. Los peregrinos no estaban por ningún lado, así que pensaron que se trataban de ángeles. Además la mujer del cofrade recuperó la vista. Dicha imagen jamás pudieron copiarla con perfección los Ribaltas, Orrente, Zariñena y Espinosa, quienes reconocieron en Ella, "alguna cosa sobrenatural". 

Y esta noche pasada lo pude comprobar yen primera persona, con el fervor que se derramó por las calles de Valencia durante madrugada..

Antonio. Canales