POESÍA

POESÍA…

Pero la poesía es más que palabras, oraciones y rimas. Poesía es hablar con el corazón en la mano, poesía es expresar los sentimientos al máximo, hacer que la corriente de sentimientos se apodere de tu corazón, haciendo que poco a poco tu pluma se mueva mas rápido y haga que las palabras no sean palabras, sino trozos de tus carnes esparcidas sobre el papel; ese papel que absorbe todo, que gentilmente se presta como medio para bien o para mal, ése, el que puedes borrar y borrar pero en el que siempre dejarás una mancha. Más la poesía no está escrita en papel, está escrita en el corazón de quien la escribe y de quien la lee, y deja huellas en los corazones, tanto o más que en el papel, los corazones son como una hoja en blanco, donde se escriben historias y se dejan recuerdos, se escriben promesas y se dejan angustias; se alimenta de palabras, dejando que el suave papel se impregne de sudor y sangre…
El creador cuando vomita su obra ya no le pertenece. Se le ha dejado escudriñar en el mundo profundo y mágico de la vida para cantar y alabar con su canto a la naturaleza y así narrar la grandeza de la creación. Tienen el don de otear, y percibir las cualidades de las cosas con visores especiales y trasladarnos a su universo con la armonía y el embrujo de sus creaciones. El buen intérprete debe ser un gran conocedor del valor, el énfasis y la danza que las palabras poseen. Los creadores hacen que cobren vida e impresiones, emociones, pasiones y demás cualidades que integran al ser humano, y se pueden beneficiar de la sabiduría que han descubierto en su canto, pero el canto pertenece al dador de la vida. Han sido un instrumento y se han beneficiado del canto que sale de sus entrañas, pero se tienen que desapegar del fruto de su inspiración. Pertenece a la Humanidad. El coreógrafo, artista o director cuando gesta una idea, se está maravillando de su obra. Porque no es el quien crea. Se le está haciendo partícipe del acto en si de la creación. Y es por ello bienaventurado. Está dando generosamente como da el árbol su fruto, como da el mar su grandiosidad, como dan los pájaros su canto, como dan las flores su olor y belleza, como dan las estrellas su eterno titilar para deleite de la obra cumbre de la creación: el ser humano. Y cuando están dando están recibiendo inspiración. Y son ellos los afortunados de esa experiencia. Son la poesía personificada. Ya no podrán ignorar su condición. Necesitarán hacer poesía para poder vivir. Serán esclavos de la poesía. Al final respirarán poesía y se habrán dado cuenta de que esta vida es pura poesía.
Cuando el hombre deje de "jugar" con lo sagrado, y vuelva los ojos de su alma a lo Bello, volverán los poetas, volverá la Poesía, y de nuevo ésta conmoverá el corazón del Hombre.

Antonio Canales