LA BIENAL

LA BIENAL

Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza…

Hola amigos de mi alma; que alegría poder volver sanos y salvos a una Bienal de Flamenco más, con estos tiempos tan convulsos y atropellados. Unos días que despiden luz, salud, amor, mucho arte y bienestar familiar… Y también muchos nervios… Parece que estos días estén protegidos bajo el paraguas de una extraña esperanza. Como si el ser humano se cubriese, indemne, de esa envenenada y destructora lluvia ácida que nos chamusca y ennegrece cada día más el corazón…
¡Que bonito es el Flamenco!, ¿verdad?. Es limpio, elocuente y sapiente… Hurga con autoridad y convida. Dice y desdice… Cuenta sin más y con mucho.

Todo un verdadero mago In Pencil. Sus bailes, sus sones y sus coplas están llenos de alimento y savia, y, además, nutren las fibras de los que gustamos del arte puro y jondo. Como me gustaria que los que escriben y al mismo tiempo describen, lo hicieran siempre sin dejarse llevar por sus gustos o placeres. Poniendo en la balanza la verdad de lo vivido en el instante y sentido en el nada menos que; por ejemplo, Teatro Lope de Vega; casi na….
Porque estan las agua muy revueltas a nivel nacional e internacional con nosotros... Y eso no nos viene bien a nadie. Y es que con todo este batiburrillo y cúmulo de despropósitos, no se puede pretender glorificar ni a Maestros ni a aprendices, sean del gusto que sean... Todo un catedrático de las Bellas Artes Flamencas; como deben ser los criticos, deben tenerlo en cuenta....
Y los propios artista debemos ser coherentes, entregados, honestos, y no precipitarnos con nimiedades, cosas para salir del paso, o muestras de talleres y experimentos varios, sencillamente; porque estos trabajos no deberían ser para este marco incomparable que es la Bienal de Flamenco de Sevilla... Hay otros lugares y circuitos donde se pueden exponer..
Y así se pasan las horas y los minutos en este mundo nuestro del Flamenco; columpiándonos en el vaivén de lo imprevisible…

De momento, eso si; aunque me jodan algunas opiniones, máximo respeto, y nosotros a lo nuestro mis camaradas. Siempre con elegancia y fraternidad y honradez, que en este oficio nunca hay que cerrar las puertas a nada; por muy angostas que sean. Eso es lo último que un artista debe permitir, ahí reside el verdadero y genuino arte de la comunicación…
Os camelo unos cuantos de dólares y centavos.. Y espero poder entregaros siempre mi corazon hecho un torbellino.
Vuestro amigo 

Antonio Canales