CENAR CON LOS DIOSES

CENAR CON LOS DIOSES

UNA CENA EN LA MESA DE LOS DIOSES: dedicado a mi amigo Martin Berasategui. 

Yo tuve el honor de conocerlo allá por los años 90 en el Restaurante AMPARO en Madrid...
Era asiduo a sus buenas pastas y sus elaboradas comidas, a sus caldos y postres llenos originalidad, estos últimos había que decidirlos antes del primer plato...

A más de esa ubicación umbrosa y relajada e íntima del Madrid más castizo y escondido entre callejuelas peatonales... Un lugar de tres pisos decorado con exquisita elegancia y perfumado con la simple sencillez del paladar más refinado. Con sus provocativas balconadas, que me hacían recordar un patio de mi niñez entre corrala  y palacio...

Iba muchísimo de compras por esa Zona... Buscando artículos de ata gama y exclusividad... Entraba en las galerías de Arte, en la tienda de Sibila para ver los últimos colorines o trajes que Almodóvar sacaba en sus películas, y sobre todo al Atelier del gran diseñador y amigo Aníbal Laguna, quien construyó el lujosisimo y carísimo vestuario de mi Obra la Cenicienta. Una verdadera joya de alta costura con bordados en Perlas, terciopelos finos, seda y Plata y demás maravillas, ya que este Valenciano es un especialista entre otras cosas en vestidos de Novias, lo elegí para que vistiese a la Cenicienta en el día de su boda y a todos los comensales incluida el Hada Madrina... 

Pues como empecé a deciros, yo era asiduo al AMPARO...Y allí había un muchacho de nombre Martin con el pelo revuelto y constitución vasca 100%...  no muy alto de estatura el chicarron, pero enorme como un Titán... Y llevaba escrito sobre su ancha frente un lema indeleble,  COCINERO... Cada vez que se me ocurría probar algo nuevo, o degustar lo que ya conocía, al final el tal Martin acababa saliendo del fogón, a petición mía, y recogiendo los honores y vuelta al ruedo por el salón del AMPARO...

Era muy simpático y honesto su gesto, y muy entrañable su humildad para con los regalos y carantoñas con que le obsequiábamos muy merecidamente... 
Mi manager Lucho Ferruzzo, un deléitante de los que ya apenas quedan, siempre me decía... este muchacho llegará muy lejos porque, sobre todo,  tiene muy buena salazón ... Que es como decir en las cocinas, tiene la medida de la sal del duende en la sangre...

Este hombre tiene una cosa que me encanta. Como amigo el paladar y la ternura que desprende son inigualables... Me lo demostró  siempre y lo corroboro hace unos meses cuando estuve la última vez, ya en San Sebastián,  en ese templo estrellado del que es Oficiante  y Guru .... 

Pero si como persona es para comérselo, a la hora de ponerse a cocinar le da la misma importancia al caviar que a una patata. Y es que en definitiva La Cocina es eso, lo que importa es lo que tú consigues hacer con la materia que te dejan en las manos, si eres un auténtico mago o un pobre aprendiz de brujo, que es como decir un original o una copia, algo auténtico o un disfraz sin fondo.
El genuino, se lo juega todo, aún andando absolutamente a ciegas no se vuelve atrás. No es nada fácil de aprehender y aún así es el vértigo personificado,. Ya me gustaría encontrarme gente así más a menudo, aunque me tiraran al suelo en el embate ...... Es la única forma de descubrir auténticas joyas.


Antonio Canales

2 comentarios:

  1. Haces que a mi que no soy de comer ( ni mucho , ni poco) se me abra el apetito y quiera ir a ese Amparo del buen hacer, del sabor y el gusto, sobre todo que quiera pasar unas horas contigo degustando algo de ahí, aunque contigo, una patata hervida me sabría buenísima...
    Sabes? Lo poco que sé cocinar lo hago estilo francés. La abuela de mi esposo era un gran cocinera y cuando nos hacía algo yo miraba y aprendía.
    Gracias por llevarme a comer a través del blog, es también una manera de estar contigo. Te amo mi niño

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  2. Si, así es, cocinar es una forma de amar más niña.... Entre fogones se forjaron muchos sueños... Te camelooooo

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