LA PONIA
Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza…
Navegábamos plácidamente por los cielos infinitos de nadie, sin casi percibir la endiablada velocidad que empujan a estas gigantescas naves de cables y tornillos... A nuestros pies habíamos dejado mares y océanos, montes y ríos caudalosos, y ahora nos encontrábamos sobre la tundra agria y despoblada. Tremendo desierto de nieve a nuestros pies se extendía poderoso más allá del alcance de mi vista, donde a veces se adivinaban algunas lucecitas encendidas, allí muy abajo; dando lugar al milagro de la vida.
Llevábamos 10 largas horas de vuelo que a mi esta vez se me hicieron un agradable y entretenido viaje, y en una hora aterrizaríamos por fin en Helsinki...
Poco a poco vi el sol que emergía tímido muy lejos en el horizonte, y el ala de aquella Ballena blanca voladora comenzó a pintarse de un color de la yema del huevo. Después de tantas horas de oscuridad se agradecía este tenue pero brillante amanecer.
Me quedé pensando en las veces que he visitado y bailado en Helsinki, tanto en épocas de plena luz como en otras de máxima oscuridad, y ahora mis posaderas estaban de nuevo en plena línea del circulo polar Ártico. Este bello y misterioso país se encuentra sobre la línea imaginaria de la Tierra en la que hay al menos un día en el que no se pone el sol, y un día en el que el sol no llega a salir.
Volviendo al hilo de como empecé mi relato, volvía de Japon e íbamos a realizar una escala en Finlandia, nos avisaba el sobre cargo que comenzábamos a descender. Y aquí se desató una verdadera Odisea. Nos fuimos adentrando en aquellas nubes blancas que parecían espesas como leche merengada batida, y perdí de vista el sol pa los restos. En estas latitudes hay que tener en cuenta otro factor que les impide tener luz: las nubes, que son un sombrero de oscuridad que les cubre casi todo el año.
Eran las 12 del medio día y en menos de media hora de saltos y frenazos salvajes, en los que pensé más de una vez; con el hígado en la boca, que aquel frágil artefacto se iba a partir en dos, se nos hizo de repente noche cerrada...
Por más que miraba hacia abajo con los ojos fuera de mis órbitas no encontraba el suelo. Sentí como se abría el tren de aterrizaje pero , ¿donde estaba Helsinki? Por fin a unos trescientos metros de nuestro destino apareció una pista blanca como un pastel, y allí nos posamos con suavidad formando una nube de volutas de nieve que envolvieron al mastodonte de la JAL convirtiéndolo en un siniestro fantasma helado.
Todo era nieve y más nieve, oscuridad y más oscuridad ante mis ojos...
Ya en la impecable, limpia y amable terminal, en la que disponía de 2 horas de tránsito, puede disfrutar de lo lindo. Todo era confort y solicitud. Instrumentos en cada esquina para uso público convertían el espacio en un lugar de cuento... Los suelos de maderas flotantes parecían alfombras pulidas de una gran mansión, sala de saunas y cuartos de masajes y descanso completaban aquel agasajo de bienvenida... Y, claro está, sitios para fumadores cómodos y aireados, no vas a pretender sacar a los consumidores a menos 12 grados a la intemperie, por mo de las leyes de turno.
Las tiendas llenas de alfombras de renos se derramaban calentitas a ambos lados de los pasillos y, algo que me llamo mucho la atención, jamas había visto a tanta gente con los pelos de tan distintos colores. Esto es normal ya que al no disponer de luz ni de color, ellos se los pintan en sus cabelleras... Desde el Policia de la entrada a la limpiadora fantástica, con un traje ultra moderno que más parecía trabajar en la Nasa que en el aeropuerto. Bebí cerveza caliente y comí carne seca de Reno y, me quedé contemplando extasiado tan colorido carnaval.
En Helsinki este año ha habido solo 50 horas de sol en total, y aunque tienen otras luces maravillosas como el reflejo de la nieve y las auroras boreal y sus pelos de colores... eso tiempo solar es lo que tiene España en 2 días soleados de invierno. Esto se puede hacer muy duro para los que estamos más acostumbrados al sol verdad?
Como quieren los absurdos gobernantes que las leyes de los pueblos tengan un mismo patrón, con lo diferentes que somos y las de horas de sol que nos separan.
Este mundo, ¿es sueño o es real?
Antonio Canales
Trotamundos que nos haces viajar a tu compás. Que bonito viaje! He sentido algo de angustia cuando aterrizabamos, pero después me he sentido bien. Me encanta leerte es un grandísimo placer. Aún en los momentos más dramáticos embellees la escritura. Un Papa Noel muy flamenco. Gracias Antonio. Buenas noches amigo, descansa , te lo mereces����������
ResponderEliminarSiii mi amiga estos días de paseos interminables por la nieve... Despertar con el olor del Pino que aún tiene puestas las lucecitas de navidad y, que suelta un perfume la resina que es maravilloso... Un beso enorme mi amiga...... Que ganas de verte y chalar y reír...
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