VENGANZA

VENGANZA

Ese día estaba yo en Madrid.. Mi casa está a tiro de piedra de la estación de Atocha. Por detrás de mi vivienda se ubica el Hospital Gregorio Marañon, el cual se convirtió durante muchas horas en una sala de impotencia, de dolor y de rabia.... Fui rápidamente a donar sangre, y las calles de los alrededores eran un río de llanto... Me acerqué hacia la entrada principal de la Estación y vi los trenes calcinados, sobre el asfalto yacían sin vida seres humanos rotos como muñecos de trapos, y la gente despavorida, con los ojos perdidos en llantos, eran sonámbulos de la peor de las pesadillas. Y los bomberos, la policía... los gritos y las sirenas de urgencias elevaban un Réquiem de pena amarga entre nubes de pólvora ... Estuve muchos días recordando sin descanso esa fúnebre sinfonía frenética y desgarradora... Después, por la noche, fui al IFEMA a intentar consolar a alguien... Vi caras demacradas, pérdidas sin consuelo.. Y desecho en lágrimas regrese a mi pocilga y me sentí inmundo de pertenecer a esta maldita raza... Y Lloré y lloré... Y aún sigo llorando a Madrid, que son mi gente y mi sangre....

Antonio Canales