ALBURQUERQUE
Hace algun tiempo tuve la suerte de que mi gran amiga Eva Encinias me llevara a conocer la tierra del encanto, que no es otra que Albuquerque /Nuevo Mejico... / Esta si es la Norte America donde yo me iria a vivir y a morir; si no puede ser en Triana o cerca de Tucacas... Porque este lugar bendito es bonito hasta para morirse... Os voy a relatar una bella historia que vivi allá...
Desperté en un hotel colonial y acogedor... La brisa que entraba por las ventanas abiertas de par en par, de ese dia seco y soleado, era como la caricia de un recien nacido sobre el vientre de su madre... Las puertas y ventanales de mi habitación eran de gruesas maderas coloniales y rústicas. Yo diría que más que pintadas, parecian estar tintadas con hierbas, barros y aceites extraidos de la madre tierra...... Las paredes de Adobes revestidas en colores intensos, y a su vez diluidas en una neblina misteriosa y agradable; como translucidas, eran frescas y a su vez acogedoras, y me hacian recordar a los Indios navajos de otros tiempos... El patio central tenía una fuente muy española; rumurosa y bucólica, como intentando no despertar a los inquilinos y arrullarles con su música en un hermoso sopor... El inmobiliario, las lamparas y los decorados parecían elementos ancestrales y mágicos.... arrancados de las páginas de un cuento... Despues de un desayuno de lo más Ranchero y sabroso, nos dispusimos a comenzar nuestra apoteósica ruta... Ibamos a visitar Acoma, la tierra de los indios Navajos... donde aún hablan y viven y cantan y bailan y disfrutan de sus heredades dichos Americanos nativos...
De hecho, algunos de los muchachos que nos acompanaban eran puros indios... Sus trenzas, sus ropas y sus frentes color del cobre viejo no daban lugar a dudas... Entre ellos mi amigo Vicente... Comenzamos la ruta por aquellas espirituales tierras donde la vista no da alcance al hotizonte, y el cielo y la arena son de un mismo color... Estábamos ensimismados con tan exuberante belleza, y en ello arribamos a un gran valle endémico, de esos que todos hemos visto alguna vez en las películas de la Paramont Picture... Cuando de repente el cielo se cubrió de unos nubarrones negros como la endrina, y la brisa se torció en un mal gesto danzando en redondeles macabros con una violencia que elevaba a las alturas grandes ramas y rastrojos como pelotas gigantes... Y se abrió el cielo en canal... Nos quedamos sin palabras, pues todo ocurrió en muy pocos minutos... De donde había salido esto? nos preguntábamos en silencio. De repente Vicente y su tribu aparcaron los carros y salieron a la interperie bajo una lluvia torrencial, se soltaron las trenzas y se agarraron de las manos haciendo un circulo, mientras por sus rostros bajaba el aguacero a raudales... Y en tremenda quietud; como si fuesen estatuas míticas, de sus gargantas empapadas emergió un sonido gutural y comenzaron una danza lenta y armoniosa... Reían y lloraban y cantaban... y acabaron en un solo abrazo fuerte y contundente lleno de amor y agradecimiento hacia la madre tierra... Con un grito desgarrador terminó el hechizo y volvieron a montar en los carros empapados de agua y naturaleza, pero tambien de alegría y armonía y tantas y tantas cosas invisibles.... Sentí una envidia tremenda de no ser un indio Navajo... Y lo mejor de este final es que, en cinco breves pero intensos minutos, aquel desierto seco y árido se puso blanco como el algodón a consecuencia de los grandes granizos que el cielo había descargado con furia y poder. Tardo casi todo el viatge de vuelta al Hotel en deshacerse aquel milagro, y no lo podíamos creer... Aún lo pienso y me pregunto: esto fue real??? Y lo fue, sin duda que lo fue...
La Tierra del encanto es Alburquerqe
Antonio Canales
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Que relato mas mágico mi Antonio, es una historia preciosa. La verdad es que lo narras de tal manera que se siente el agua caer por el rostro, por unos instantes he sido india Navajo y mientras cantaba y danzaba junto a los míos te he visto mirarnos...Lo he vivido intensamente
ResponderEliminarGracias por tanta belleza y amor en tus escritos. Te amo
Tus sentires son las velas de mi barco... con el que cruzamos los vastos oleajes del tiempo... Gracias GROS bisous
EliminarComo nos haces viajar Maestro!!! con todos los sentidos!!!! solo desde tus primeras palabras, ya nos vamos contigo, por la historia o por diferentes países. Lo vivimos a través de tus ojos, de tus emociones, de tu mente siempre inquieta por descubrir y aprender,... Así envolviéndonos contigo en momentos mágicos e inolvidables como este momento en Alburquerque !!! Fantástico!!! Tout plein de bisoussss querido Maestroooo!!!!
ResponderEliminarOle mi pintora de sueños.... es un privilegio poder ser el motor de nuestro pequeño avión de papel donde juntos cruzamos los confines de los sentimientos y decorados más distintos y llenos de contrastes ... Te cameloooo mi niña...
EliminarUna historia increíble, fascinante y llena de magia, te creo a pie juntilla que sintieras envidia del momento, y sentir por un momento todos los fenómenos de la naturaleza, he leído muy poco de los indios navajo pero dicen que se creen que surgieron de las montañas, no me extraña nada que tardaras en despertar de ese mundo de otros tiempos tan mágicos, es una maravilla como se enriquece el alma al leerte, gracias Antonio por compartir tus vivencias con nosotros, te admiro muchisimo, besos amigo.
ResponderEliminarGracias mi rubia preciosa... Es un honor sentir que podemos viajar juntos en el avión de mis recuerdos.... Te quiero mucho mi amiga..
EliminarQue magnífica historia Antonio , mágica, gracias por esos viajes de sueño, leerte es un deleite de cada noche, mi rincón preferido antes de caer en los brazos de Morphee, te quiero mucho, mucho, un beso muy fuerte...
ResponderEliminarGrcaias por tu cariño incondicional diario... Y me hace muy feliz que viajes conmigo en mis travesias ... besossss de algodón .
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