LA SALUD

LA SALUD

Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza…"


Hosokawa, era un artesano que no dejaba de idear nuevas máquinas y herramientas, y resumía sus técnicas de forma que cualquiera pudiera comprenderlas: “Si damos a conocer las técnicas para fabricar objetos, podremos hacer que surja una nueva forma de pensamiento”. Esta filosofía le llenaba de esperanza el corazón, de que algún día pudiera entenderse con Haruka; su amada muñeca, con la que hablaba en su soledad y a la que adoraba... Un día Hosokawa escribió un maravilloso libro sobre las muñecas mecánicas, y lo título Haruka Karakuri. Gracias a ese libro del maestro artesano, las muñecas mecánicas cobraron fama en todo Japon y en el mundo entero. En él construyo extensas descripciones sobre los detalles de su funcionamiento. Tras la Restauración Meiji, Japón empezó a recibir uno tras otro diversos avances tecnológicos, hasta el punto de convertirse en una potencia de la robótica, y todo ello se debió en gran parte a la existencia del libro. Las muñecas mecánicas karakuri se mueven todas de forma natural, y son muy expresivas. Son tan adorables que dan ganas de hablarles. También muestran un espíritu servicial, como en el caso de la muñeca que lleva el té. Estas maravillosas obras de arte Japonés, lejos de ser simples muñecos que se mueven por sí solos, están construidas con la sensibilidad que el artesano les insufla. Ellos son capaces de transmitir afecto y cariño. Para los japoneses no se trata únicamente de objetos de adorno o de un juguete, si no de algo vivo, algo sintiente. En ellas la cara la fabrica un artesano especializado en caras, y la ropa un artesano de ropa, y de ese modo le van insuflando vida. Tanto sus creadores como sus usuarios comparten un sentimiento de cariño hacia estos muñecos. Cuando el maestro Murió, sus muñecas dejaron de tener esa sensibilidad que en sus manos poseían. Fueron perdiendo brillo y sensibilidad, a la vez que el iba perdiendo la salud... Cuidemos nuestra salud como oro en paño, sin ella es imposible que brillen nuestros artefactos artísticos.

Antonio Canales.

4 comentarios:

  1. Precioso escrito mi Antonio, me gustaria ver una de esas maravillosas muñecas. Siempre tienes algo que enseñar. Eres un genial Maestro, no solo de la danza, de tantas cosas! Antes de conocerte me atraia Japon, ahora... tendré que ir, es demasiado fuerte la emoción ante cada imagen o foto de ese bello pais.
    Te quiero mi niño, MUCHO, BESOOOOOOOOS

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Rosa: el oriente es una tierra soñada y lejana. Cuando lo abordas comprendes, de sopetón, muchas cosas de otros tiempos ya pasados, y te reafirma con su templanza, en el profundo sentimiento de la existencia divina. Te quiero y te añoro amiga mía.

      Eliminar
  2. Leerte es tan bueno porque haces que todo se haga corto y estás historias llenas de sensibilidad que daba este artista artesano como si fueran sus hijas .....lejos de allí un italiano creaba a Pinocho quien sabe si un día se conocerán ....si no miente mucho Pinocho puede que si besicos Made un Japan

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Loli, que alegría ver discurrir tus pensamientos por el folio. De verdad que cuando lo estaba escribiendo la historia de Gepetto, y su hijo el narigudo, se me vino unas cuantas veces al pensamiento. Todo hombre persigue dar vida. Eso es El misterio más importante de la humańidad, Besicos voladores

      Eliminar