MILANO

MILANO

De paseo por Milano...

Cuando puse el pie en esta gran ciudad del norte septentrional de Italia; hace casi tres décadas, el perfume de sus lugares era muy diferente con el que ahora me encuentro ante mis narices. En este bello coso Alpino y Apenino, sobre la vetusta llanura padana, y vecino a la Suiza rica y limpia, ame, soñé, bailé, disfruté y, tuve la suerte de conocer a uno de los grandes músicos que tanto dieron y sigue dando aún a la música flamenca. Un barbone y bohemio de Premana, un pueblo lombardo y montes donde a las cabras hay que atarlas con una soga, para que no se despeñen por los acantilados. En aquella dichosa época disfrutábamos de las largas temporadas que pasábamos aquí comiendo Polenta y maiall, mortadela de Bergamo, búfala con el basílico fresco y perfumado y parmesano a cucharadas. Escuchando cuentos y cosas de su historia Celta y primitiva. Jugábamos al fútbol en sus parques y prazoletas, y de vez en cuando viajábamos en tren hasta Lecco; con su inmenso y apacible lago, Bergamo la medieval, o Lugano ya en la Suiza. Esta asentada esta urbe en un cruce de caminos tan crucial y poderoso, que siempre la mantuvo en una especial muralla de prosperidad. Siempre recuerdo los inmensos Alpes en el horizonte coronados con sus nieves perpetuas. Y por el otro costado los Apeninos. Íbamos a ver ópera y danza al Teatro de la Scalla. Y a nosotros nos tocó continuar con la labor que había sembrado nuestro gran Antonio GADES. Y en esos momentos abríamos las puertas de un siglo y cerrabamos la de otro; que se nos iba muriendo lentamente entre las manos. Yo venía con toda la familia. Mujer, asistentes, niños y cunas. Y parecíamos estas grandes familias de Ziganos que rondaban la tierra allá por el siglo XIV.

Pararse a pensar en que tiene que ver un chico de acá, con uno de Siracusa o Napoli; es algo dantesco, es como mojar un bizcocho de chocolate en un vaso de gazpacho... Italia, son muchas Italias juntas y diversas a más no poder. Muchos reinos y reinados. Celtas Herulos y Astrogodos. Lombardos y Romanos. El idioma que ahora se habla, aunque con sus variantes en cada región y zona, es muy joven y viene a tener unos doscientos años. Antes de que Dante Alighieri sirviera de ejemplo para que unos poetas e ilustrados, dieran nacimiento a esta rítmica y apasionada lengua, Italia era una Babel de la Europa aún por construir. Podríamos decir que este escritor y artista fue el padre de esta poética jerga maravillosa. La madre es la propia tierra, milenaria e histórica, de este singular país de la pasta y el pomodoro, la música de Paolo Conte, la tarantela de la Seforina y sus mares y sus colores, a los cuales atravesó con su espada; en su día, el gran Alejandro Magno. Todo esto la convierten en una Divina Comedia perfecta y delirante. Una península Adriática, Tirrena y Mediterránea hecha para el Arte y el Amor con mayúsculas. Tan lujosamete maquillada como bella al natural. Y tan cuerda como tan loca de atar. Y en ella, también, aprendí el arte de servir a los ancestros y, a su vez, buscar en el polvenir sin descanso. 

Antonio Canales.