PADRES

“SER PADRE”
Hola: #ángeles de mi #corazón... Soy el #cuenta_cuentos de La #Danza…
Ser padre es algo para siempre, no sé cómo decirlo; creo que es lo único en el hombre que es para siempre. No importa que no hayan sido paridos con tus dolores, ni siquiera gestados dentro de ti; que también lo fueron en su momento primigenio, no es algo tangible ni terrenal, es algo que proviene de un lugar que aún no conocemos. Más puedo asegurar, en primera persona, que yo estuve también preñado, y también sentí los dolores de su nacimiento. 
Por llamarlo de alguna forma la /asignatura/ de ser padre, es una materia sin fin. Tú vas creciendo a la vez que ese bebé, y ya nunca dejas de crecer con el. Ellos siempre creen que dependen de ti, y lo que no saben es que somos nosotros los que acabamos dependiendo de ellos. Al entrar en tu vida tranquilamente y llenarla de un amor desconocido y dulce como el <<mamon>> al instante, en el primer berrido, se convierte en un resorte, imparable, que despierta en tu interior una desazón de custodia que jamás habías conocido. Eres el lobo de la manada. Y tus dientes los afila el miedo, la ansiedad y el amor.
Te sientes algo más seguro cuando ya le ves dar sus primeros pasos, decir sus primeras monadas y nacer sus primeros dientes, y te dices:- que orgullo, soy un padre; soy el mejor padre. En ese momento retrocedes a tu infancia y te conviertes en el papá bebé perfecto. Te disfrazas del disfraz más impensable, te pones a cuatro patas y le haces de caballo, aprendes a imitar su idioma antes que el aprenda el tuyo, y vas a todas las reuniones de padres de la guardería. La lucha diaria y la superación te van convirtiendo en el gran Papá, y se te hincha el pecho como un globo de gas y eres el amo de tu casa, de el y el de Dios. Y de pronto llega la adolescencia, y aquí se te caen los palos del sombrajo, tú que siempre eras el moderno, ahora no eres más que una reliquia.
En estos momentos debes reinventarte con todas tus fuerzas y, aparte de ser un santo Job del siglo XXI, y no parecerte a tu propio padre; porque ese aval te sirve de muy poco, o mejor dicho /mola nada/ sacarte a toda velocidad dos o tres Master sudados y aprobados en materias diversas e inverosímiles. Porque tú te niegas a ser en esta aventura el malo de la película, aunque ese papel estelar ya es tuyo desde que nació el mochuelo. Y ahora te toca ser el Padre amigo, colega, compinche, payaso, intelectual, brother, pana, copia... Y también te sale inevitablemente el guardia civil que todos llevamos dentro. Vamos, que si superas esta etapa y te mantienes medio a flote; entonces eres un Padre héroe. Hasta ese momento ellos han aprendido a amar a los nuestros y a nosotros con todos nuestros defectos, pero eso tiene los días contados. A partir de un día; el día menos pensado, nos traen a casa a gente nueva para que la amemos sin condiciones. Y como se te ocurra no hacerlo, no; eso no es buena idea, es mejor que ni se te ocurra. Y al poco ya eres el Papá padrino sin peineta ni mantilla, porque nuestra procesión va por dentro. Y sin pensarlo ni mucho ni poco te dan la noticia que te van a hacer abuelo. El cielo se hace líquido, y la luna leche condensada... El aire lleva un sabor acre a polvos de obsidiana, amatista y selenita, con un toque de cianuro cósmico. Y piensas: un hijo es para siempre abuelo.
Antonio Canales

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