"CUADERNOS DE VIAJES"
Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza…
Philadelphia, la Atenas de Pensilvania.
Así la llamaban hace cien años. Que pena que esa cultura fosforescente se vaya apagando, día a día, como una triste vela luctuosa y fatal. Esta gran e histórica ciudad negra al 100% hoy no es más que un paso entre la Washington Capital de USA y la Nueva York capital del mundo. Atrás quedaron sus momentos floridos sobre el Río Delaware, que desemboca en el Atlántico hermano. Y que alimentó en sus comienzos a las tribus indias, en especial a los Lenape. Su nombre significa "el pueblo". Se les conoce también como la gente de verdad, o como los indios de Delaware. Este último nombre fue asignado a casi toda la gente Lenape, porque vivían a lo largo del dichoso río, que los colonos ingleses; como no, bautizaron en honor a un tal Thomas, gobernador de la colonia de Jamestown.
Estas tribus pacíficas y sedentarias se sustentaban de la caza y de la agricultura, y jamás tuvieron ganas de pelearse con nadie. En su idioma, ellos llamaban a su patria Scheyischbi, que significa "el lugar que se aproxima al océano"... Ahora la Pensilvania no se aproxima a ningún sitio, más bien se aleja de El cada día más.
El clima del Noroeste de los Estados Unidos es un imposible. Para hacer un poco de Boris vian: es una verdadera cagada. Primaveras cortas, cuasi invernales, calor húmedo e insoportable en los angustiados veranos, otoños huracanados y febriles, e inviernos gélidos e intransitables... Así no se puede vivir, señoras y señores, por mucho carbón que explotaran y muchas libertades religiosas que se inventaran y todo el oro que llegaran a almacenar. Me voy, casi huyendo, con la saliva amarga en mi boca y el corazón acidulado hasta las trancas, y un frío del demonio que me hiela hasta el sentio. La Pensilvania es un estado que ocupa casi la extensión de España, lleno de bosques quejumbrosos, ríos caudalosos, montes nevados y parques floridos. Pero os aseguro que viviría en cualquier sitio de esta vasta y gigantesca región, menos en la mole de ladrillo y cemento que encierran a la Philadelphia actual. Bueno, se puede visitar la escalinata de Rocky Balboa y hacerse unas lindas fotos... Después, hacer de Daniel Boone, ir a comprar víveres y unas flechas y un buen mechero de yesca, y salir a cazar y a disfrutar y a vivir cerca del Río Scheyischbi; que es como verdaderamente se llamaba. Esta segunda opción es la mía sin dudas; pero no en estas fechas tan recias; que uno no es de mármol como comprenderéis. Que interesante que uno de los símbolos más visitados de esta emblemática capital de los Donuts, la campana de la libertad y el queso Filadelfia, y también la ciudad natal del célebre Kobe Bryant, a más de cuna y cordal de Grandísimos Presidentes del macro Imperio, sea la estúpida y frugal y feísima estatua de una películilla muy pero que muy mala; y americanisima hasta el hastío. Así son los Estados Unidos de América la rica. Saliendo para Nueva York
Estas tribus pacíficas y sedentarias se sustentaban de la caza y de la agricultura, y jamás tuvieron ganas de pelearse con nadie. En su idioma, ellos llamaban a su patria Scheyischbi, que significa "el lugar que se aproxima al océano"... Ahora la Pensilvania no se aproxima a ningún sitio, más bien se aleja de El cada día más.
El clima del Noroeste de los Estados Unidos es un imposible. Para hacer un poco de Boris vian: es una verdadera cagada. Primaveras cortas, cuasi invernales, calor húmedo e insoportable en los angustiados veranos, otoños huracanados y febriles, e inviernos gélidos e intransitables... Así no se puede vivir, señoras y señores, por mucho carbón que explotaran y muchas libertades religiosas que se inventaran y todo el oro que llegaran a almacenar. Me voy, casi huyendo, con la saliva amarga en mi boca y el corazón acidulado hasta las trancas, y un frío del demonio que me hiela hasta el sentio. La Pensilvania es un estado que ocupa casi la extensión de España, lleno de bosques quejumbrosos, ríos caudalosos, montes nevados y parques floridos. Pero os aseguro que viviría en cualquier sitio de esta vasta y gigantesca región, menos en la mole de ladrillo y cemento que encierran a la Philadelphia actual. Bueno, se puede visitar la escalinata de Rocky Balboa y hacerse unas lindas fotos... Después, hacer de Daniel Boone, ir a comprar víveres y unas flechas y un buen mechero de yesca, y salir a cazar y a disfrutar y a vivir cerca del Río Scheyischbi; que es como verdaderamente se llamaba. Esta segunda opción es la mía sin dudas; pero no en estas fechas tan recias; que uno no es de mármol como comprenderéis. Que interesante que uno de los símbolos más visitados de esta emblemática capital de los Donuts, la campana de la libertad y el queso Filadelfia, y también la ciudad natal del célebre Kobe Bryant, a más de cuna y cordal de Grandísimos Presidentes del macro Imperio, sea la estúpida y frugal y feísima estatua de una películilla muy pero que muy mala; y americanisima hasta el hastío. Así son los Estados Unidos de América la rica. Saliendo para Nueva York
Antonio Canales
Y un viaje más junto a ti. Conocer el mundo a través de los ojos y sentires de él Cuenta Cuentos que nos regala un paseo por la historia del nuevo mundo. Siempre te leo con la ilusión de un "niño chico" que descubre algo nuevo.
ResponderEliminarTe quiero Maestro del arte y la ilusión