SANTIAGO DE COMPOSTELA

“Santiago de Compostela”
Hola amigos: hoy nos encontramos en la peregrina y norteña ciudad de Santiago de Compostela; la ruta del caminante.
Dicen que es el fin de la vía originariamente construida por el Imperio Romano del Camino de Santiago. Las últimas investigaciones arqueológicas sitúan aquí el posible enclave romano de Turoptiana, y es todo un privilegio recorrer y callejear por sus plazas y rincones.
Pues en este santo enclave he estado yo en tres santas ocasiones. Siempre he venido con fervor y devoción para bailar, para adorar y para parrandear en las noches estudiantiles y marchosas. De la misma forma, este lugar tuvo tres nombres: Libredón, que sería céltico, "castro del camino", liberum donum, "libre concesión "; y en siglos muy anteriores se le llamó Arcis Marmoricis.
Pero en los siglos posteriores los documentos empiezan a hablar de un suburbio Compostella, es decir, una parte de la villa que se llamaba así, situada en la actual zona de la Rúa do Franco. Y ya; desde el siglo XI, el nombre de la zona se extiende a toda la villa.
Esta majestuosa mole llena de misticismo y dura como piedra de pedernal, con su catedral y sus alrededores, es todo un desafío al tiempo, a la contemplación y a la belleza…
Uno de los días en que acudí para participar en uno de esos años compostelanos y bailar delante mismo de la catedral en una noche estrellada y fresca de verano, con pantallas digitales y juegos de luces multicolor, pude vivir la mejor de las peregrinaciones.
Entré muy temprano en el santuario para ir a cambiarme de bailarín, a un vestuario que habían improvisado para la ocasión en uno de los costados del templo, y allí me pillo de sopetón y sin mucha multitud, el emocionante y mágico balanceo del “Botafumeiro”. Me sentí embriago de un dulce sabor, y una espesa y perfumada bruma me lleno de un poder espiritual. La paz inundo a mí alma, produciendo en ella algo parecido al éxtasis.
Después, hacia el mediodía, hubo una parada para tomar algo, y probé unos “Santiaguiños”; qué quitan “to er sentío”. Estas gambas son raras de encontrar, pero unos amigos tienen una casa de comidas de esas únicas y selectas, y el Santiaguiño es su plato estrella. Es un tipo de gamba muy sabrosa, muy cara, y muy difícil de conseguir. Con un espetón muy duro en la punta que las diferencia, y un muy selectivo sabor para el exquisito paladar. Es considerado un manjar por los grandes restauradores.
La cocina compostelana es cocina sana, sabrosa, variada y rica, es sobre todo el paraíso para aquellos a los que les guste la buena cocina marinera, pues aquí hallarán la mejor y más variada selección de pescados y mariscos.
En las conocidísimas Rias Baixas y Riberia Sacra, es donde se venera al Santo y se comen las vieiras, pero también es donde se extrae el famoso vino Albariño, o Ribeiro; verdadera sangre de Dios para regar las noches santiagueras; esas, en las que yo me las paso de parranda.
Hasta la próxima amigos…
“Santiaguiños de Santiago”...


Antonio Canales

2 comentarios:

  1. Después de esto...que te voy a decir? Yo quería contarte que era muy pequeña la única vez que he ido, que no tuve tiempo de ver, de sentir, de aspirar el perfume del Botafumeiro, de la espiritualidad que de esa ciudad se desprende...Me gustaría hacer el camino, al menos una vez en mi vida. Espero poder hacerlo y claro está, si tú eres mi guía... sería el maximum.
    Ahora, después de este paseo por Santigo junto a ti...Vuelvo a la tierra, mis tijeras y mis telas...Ay!
    Te quieroooooooo

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    1. Eso sería genial.. Hacer el camino juntos.. lo íbamos a pasar increibleeeeeee Muchos besos muchacha soñadora. Te camelooooo

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