EL TÁMESIS

EL TÁMESIS 

Hola: ángeles de mi corazón... Soy el cuenta cuentos de La Danza…

Amanece en Londinense, en secreto, con este cielo de metal bruñido esplendente y diáfano. Bajo una nube de vapor abre lentamente sus pestaña, llenas de sueños y anhelos, reflejando la vida sobre las aguas turbulentas e inquietas del vetusto Támesis, al son de una danza monótona y primigenia. Pareciese que la madrugada fuese un manto de espuma turbia que se derramara sigilosa sobre las horas del alba, descubriendo las calles y las plazas y los rincones de esta ciudad de ciudades.

Es una forma dulce y amorosa de descubrir el día. Las templadas luces de la amanecida adornan las ventanas de las avenidas, y los rincones más apartados y recónditos se llenan de un azul celestial. Hay mucha vida ahí abajo rebosante de ansias que se desperezan al compás de los raíles del alba. Perezosa su parentela pero, a la vez, ufana en su inquieto deambular ordinario.

Ayer; montado en un Taxi de esos negros acharolados donde parece que se detuvo el progreso, hacia medía mañana, me encaminé sin rumbo fijo a vivir uno de esos días inolvidables en esta milenaria urbe llena de fantasía. Me plante en un santiamén en la Catedral de San Pablo, frontera divina de ese Londres de otros tiempos. Dirigí mis pasos hacia el puente del Millenium, la ultima maravilla acrobática que se suspende sobre este brazo de norte que es el Támesis y conecta un Londres del otro. Me detuve absorto pensando en Foster y su atrevimiento y desafío al equilibrio, y me pareció uno de esos puentes colgantes y vertiginosos del amazonas, por donde uno jamás quisiera pasar. Mire con nostalgia al viejo y vetusto puente de Londres, y mis ojos se toparon con los tenebrosos recuerdos del pasado. Durante más de 900 años la Torre de Londres fue sinónimo de un terror endiablado, debido a que se trataba del lugar en el que eran encerrados todos aquellos que ofendían al monarca. La mayoría de los presos, todos Vips, malvivían en condiciones espantosas y no salieron con vida, o fueron torturados antes de ser ejecutados en la cercana (Colina de la Torre).

Allí, en ese puente, colgaban al proscrito hincado sobre estacas llenas de alquitrán, en un macabro decorado de cabezas degolladas y cuerpos empalados discurría la vida diaria de los londinenses, bajo el estandarte del castigo espantoso y cruel de la santa madre iglesia para con los desdichados traidores.

En el País de las brumas donde el Támesis se derrama por debajo de los ventanales, el sol brillante y brioso es todo un lujo, y esa mañana lucía rabioso en el cielo pintado de azafrán. Como lució el día en que Juan I de Inglaterra, al que apodaban Juan sin tierra, tuvo la brillante idea de construir casas sobre el puente, así que pronto estuvo lleno de tiendas, casitas y casonas e incluso una capilla en el centro del puente. Grabados de la época muestran que se alzaron construcciones de hasta siete pisos.

La decisión que tomó el rey Juan de permitir que las tiendas se construyeran en el Puente de Londres hizo que el tráfico que cruza el río se frenara. Las casas y las tiendas tomaron el espacio y atraían multitudes, ya que cuando los carros se rompían cruzar el puente podría llevar hasta dos hora. Por esta razón, la gente de a pie a menudo optó por utilizar las decenas de barcos-taxi de los ríos que rápidamente transportaban a los londinenses de orilla a orilla. Cerca de 200 comercios se alineaban a ambos lados de la estrecha calle. Se utilizaban ventanas para mostrar los productos y así hacer negocios; con lo cual todo aquel decorado macabro de las cabezas y demás barbaridades desapareció como por ensalmo.

En cada tienda había colgado un cartel con la forma de los artículos vendidos, con el fin de que los analfabetos pudieran reconocerlos. Ellos son muy prácticos y resolutos, y siguen teniendo ese halo de los Romanos y Vikingos, tan genuino y descarnado, tatuado en sus blancas carnes. 

Fui hasta las puertas del Teatro Globe, e imaginé tantas cosas. Este templo original fue construido en 1599 para la compañía de teatro de William Shakespeare. Muchas de sus obras maestras fueron creadas para ser representadas en el Globe, convirtiéndose así en uno de los teatros con más éxito de Londres. Las funciones solo existían en los meses de primavera y verano, a cielo abierto y con una capacidad de 3500 personas, comenzaba sobre las 2 de la tarde, el maravilloso sacrificio de las Eumenides eternas, debido a la ausencia de luz eléctrica.

En 1613 una de las representaciones se vio sumida en el caos cuando el tejado de paja comenzó a arder y el fuego terminó destrozando el teatro.

Acabé en el Borough Market que es un mercado situado en Southwark. Se encuentra en la ribera sur del Río SE, y es uno de los mercados más grandes y más antiguos de Londres.

El 3 de junio de 2017, Khuram Shazad Butt, Rachid Redouane y Yusef Zaghba provocaron muchas muertes al atropellar a numerosos viandantes en el puente de Londres y luego acuchillar a otras muchas personas en el mercado. Y me dije para mis adentros:- en épocas pasadas sus cabezas hubiesen estado decorando los faroles del Puente, y me dio escalofríos.

Así que escancié un vino Chileno fantástico y dejé divagar mis pensamientos sobre el hermoso atardecer... Buenos propósitos. Buen sol. Buenos recuerdos... Éxitos y aplausos haciendome cosquillas en la nariz.

Agradecido vi como lentamente caía el Sol detrás de los palacios y torreones, y sentí que ya se acerca la primavera...Ya se asomaaaa..

SER FELICES

Y no olvidéis que a veces lavandonos las manos, nos ensuciamos demasiado la conciencia...

Antonio Canales