LA MÚSICA CONTADA
Hola: #ángeles de mi #corazón... Soy el #cuenta_cuentos de La #Danza…
Queridos amigos: mi vida siempre ha navegado sobre una marea de música cantada y contada. En los primeros años de mi existencia corrió a cargo de mi madre Pastora, la cual nos ha cantado nanas flamencas, cuplés y boleros a todos mis hermanos y a mí también. En aquellos años 60 la radio era el centro del hogar, bueno; el verdadero centro era el hambre… Pero, en una esquina, dentro de aquella caja de botones y alambres de colores variados, se podía vislumbrar el futuro y la libertad, dos cosas muy inciertas durante aquellos años.
Lo primero que recuerdo son las sevillanas, ya que en el transistor de mi padre Antonio los programas de flamencoeran constantes. Siempre recordaré ese aparato encendido día y noche, invierno o verano, años y más años. Aún hoy en día mi madre sigue con ese hilo musical de vida.
Los Hermanos Reyes eran todo un referente, sus sevillanas marcaron momentos muy importantes de mi infancia. Pues las aprendí de memoria, y las canté en la Feria y el Rocío, y las baile con mi abuela Manuela en la cocina.
Tendría yo entre 8 y 12 años cuando corrían estos tiempos, y se escuchaban novelas a la hora de la siesta como lucecita y otras…
La música de esta novela, Lucecita, y la voz de Manolo Otero; eran embrujadoras y magnéticas.
Más tarde, llegó la primera adolescencia /entre los 14 y 16 años/ y el calor del verano hizo estragos en mi grandón y desgarbado cuerpo. Me encendí como un volcán en llamas. Recuerdo que un día, harto de escuchar las rumbas y los fandangos del transistor de mi padre, tomé la decisión y empecé a escuchar otras cosas. Y aparecieron en mi mundo musical, entre otros, los Diablos con “Un rayo de sol”, Camilo Sexto con su “Melina”, o Sandro Jacobe con su “Jardín Prohibido”. (Momento de calentón total)
…Esta era una época, para mí, aún muy pueril y dulce, y todas aquellas melodías ayudaban a los jóvenes a encontrarse y relacionarse en fiestas muy vigiladas. A pasear por las playas y piscinas, ríos y riveras; algo más ligero de ropas, con las calores a flor de piel y el destape, hirviendo, a punto de comenzar su andadura por nuestras tierras… Después llegó la adolescencia en pleno huso, desde los 16 a los 18 años y con ella se abrió la veda y como un torrente apareció La Democracia musical. Miguel Bosé, con su”Libertad” Miguel Ríos, con su Bienvenido… Conocí, también, a los Grupos internacionales de Pop, de Rock y de muchísimas y diferentes clases de músicas.
Uno de mis grupos favoritos fue, “Triana” con su protesta andalusí, flamenca-rockera. Sin olvidar a Lole y Manuel; buque insignia de esta generación.
Ya en Madrid, como podréis imaginar, mis oídos no fueron solo para el flamenco. Conocí a Camarón, escuché La Traviata de Verdi. “Siroco” de Paco de Lucía. La “Saeta” de Juan Manuel Serrat. El “Clavel” de mi amiga Rocío Jurado. A Monserrat Caballé con Mercury; cantando a Barcelona. A Pasión Vegay a María Dolores Pradera; soñando a media voz.
Embravecidos y polémicos Alaska, Emy Wineyhaus, Azúcar Moreno, Radio Futura, o Carlitos Berlanga. Ese inigualable Tino Casal. Arrollador el “Corazón Partío” de Alejandro Sanz, (en el cual participé durante el video clip. Pasando por La gran Chavela, y el arrebato rumbero de María Jiménez. Las Grecas, Sabinas, los Chunguitos, Amina, Caracol y la Paquera… Bueno, que os voy a decir: si es que mi vida ha sido, es y será una gramola inagotable…
/Esta carta la escribí hace muchísimo tiempo. Cuando empecé a jugar con las letras/
Antonio Canales
La música mi Antonio, esa que nos acompaña en casa momento de nuestra vida, que al escuchar una vieja canción podemos revivir el momento, oler el perfume que ya no está pero que sigue en nuestra mente y huele...
ResponderEliminarDesde que tengo uso de razón he amado la música en todas sus facetas. Desde el flamenco más puro hasta el clásico, ópera, pasando por el rock, boleros, etc.
Creo que no podría vivir sin ella.
Gracias cariño, leerlo así hace que suene más bonito.
Noooo, la música es un articulo de primera necesidad. Con ella entendemos a los pájaros desde que nacemos. A la lluvia cuando nos ha mojado el corazón, y a tantas otras cosas que silban como el viento, o rugen como un volcán. La música es la vida misma mi Rosa. Besoswapetona.
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