COLUMBIA

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Hola: ángeles de mi corazón... Soy, el cuenta cuentos de La Danza…

Durante los años 1830, el Distrito de Columbia fue hogar de uno de los comercios de esclavos más grandes de Estados Unidos.

Estoy en Washington, centro neurálgico y financiero del Mundo mundial. Estado de Columbia. Lo llamaron así poéticamente; como dicen ellos, en honor al afamado descubridor Cristóbal Columbus, ya que en el momento de recreación, la susodicha, cumplían trescientos años de la llegada a las Américas de don Cristóbal... Ciudad Federal y Estado pueril y enano; aunque poderosisimo, fue robado de alguna forma durante un ágape a la región de Maryland y Virginia. Estas heredades juntó al río Potomac, fueron pensadas y tomadas para crear una capital que estuviese al Sur, debido a las deudas que tenían para con ellos.

Thomas Jefferson, James Madison y Alexander Hamilton; menudo tres secuaces, durante una cena de paz, armonía, y de grandes vinos y manjares, acordaron que la capital del nuevo país debía estar en uno de los llamados Estados Sureños, debido a lo que antes ya he mencionado. Y es que aquí son muy importantes los haberes y deberes; por lo que sin dar más vueltas, la capital se llevó al sur.

La endiablada señorita blanca; como a mi me gusta llamarla, fue diseñada en su mayor parte por el arquitecto francés Pierre Charles, un protegido del Marqués de La Fayette. Y este elaborado y pensado diseño del tal Charles, la maquilla cual finísima Madonna a la Europea, pero con un toque de puta francesa barroca y cargante. Con amplias avenidas apoteósicas y triunfales, en las cuales las calles principales desembocaban en grandes rotondas. En esta nueva ciudad, las avenidas recibieron los nombres de los estados más prominentes de la época. Ella nació para codearse con señores importantes nada de mindungis del tres al cuarto. Y, como no, la Avenida de Pensilvania obtuvo el honor de ser la avenida que unió la Casa Blanca y el futuro Capitolio. Y es que la Pensilvania de los Lepanes, es el cordón umbilical de USA.

También es conocida como la Ciudad de Chocolate, en honor de la cultura afroamericana, después de haberles jodido hasta lo impensable años atrás, siendo esta ciudad la que más apoyó la esclavitud en terribles e inolvidables momentos... Durante los años 1830, el Distrito de Columbia fue hogar de uno de los comercios de esclavos más grandes de Estados Unidos. Después fue abolida la venta más no la esclavitud. De ahí que en esta Columbia, en el posterior asesinato del Gran Luther King, se desatara una gran violencia que duró cuatro días, en la que algunos edificios fueron quemados y arrasados por el odio más negro y valiente. Cuando los alborotadores llegaron a estar a dos manzanas de la Casa Blanca, el presidente Johnson ordenó a más de 13.000 soldados federales ocupar la ciudad, la ocupación más grande de una ciudad estadounidense desde la Guerra Civil. Tras esto, la ciudad tardó dos años en volver a la normalidad.

Y yo, amigos míos, creo que a la normalidad no volvió jamás. Ojalá el Aguila avisor de cuello blanco, símbolo y emblema de este Estado, siga surcando sus tierras en libertad y armonía, para mostrarles desde los cielos la felicidad verdadera. Que Las grandes heladas; como la que estoy viviendo en estos momentos, enfríen las mentes de quienes se sienta en el trono del universo, y defecan diariamente en el blanco bizcocho del mundo. Y alguna vez consigan estar en Paz con ellos y con nosotros todos. Porque, la verdad sea manifiesta, desde los dos siglos y poco que se fundó esta endiablada señorita blanca, andan metidos y metiendo en follones a diestros y siniestros. Esta sucia y despeinada y muy poco aseada. Y tristemente esa palabra tan necesaria como es PAZ ellos no la conocen... Una pena. ¡Ay, si el tal Columbus levantara la cabeza!

Antonio Canales